La Playa de San Agustín, al sur de Gran Canaria, es una de las más tranquilas de la isla; un remanso de paz, dentro y fuera del agua, gracias a sus protecciones naturales.
Esta lengua de arena tostada, de 670 metros de largo y 70 de ancho, está situada a la izquierda de playas tan conocidas como la del Veril, la de la Burra o la famosa playa del Inglés. De aguas tranquilas y escasa corriente, su oleaje es lo suficientemente moderado como para divertirse con los niños en la orilla o saltar olas en el mar. Para las zonas en las que predominan los cantos rodados y los guijarros tiene establecimientos en los que podrás alquilar sombrillas y tumbonas.
Para los que, a pesar de querer descansar, no pueden evitar realizar alguna actividad, esta playa es perfecta para bucear o practicar submarinismo.